Como socios del proyecto, financiado por la Unión Europea, SOLSTICE, compartimos las conclusiones de los trabajos de prospectiva sobre la situación actual del ecosistema textil en Europa. El estudio se ha centrado en analizar 4 regiones: Grenoble, Berlin, Prato y Cataluña. A continuación, los resultados.
La industria textil se enfrenta a retos críticos en materia de sostenibilidad, en particular en lo que respecta a la reducción de residuos y el fomento de una economía circular. Uno de los principales problemas es la falta de infraestructuras y servicios que fomenten la reparación, la reutilización y la readaptación de los textiles, lo que impide a los ciudadanos participar plenamente en la circularidad . Por tanto, la transformación de la industria es esencial para combatir el cambio climático, lo que requiere modelos de negocio innovadores e infraestructuras accesibles que respalden los comportamientos circulares. Abordar estos retos no solo es vital para reducir los residuos, sino también para crear comunidades y economías sostenibles.
En respuesta a estas cuestiones, el proceso de reflexión detrás del proyecto SOLSTICE comenzó con el reconocimiento de que los sistemas existentes en muchas regiones de Europa no respaldan lo suficiente las prácticas circulares.
El enfoque inicial se centra en comprender el ecosistema actual de textiles circulares en 4 territorios, evaluar los flujos de materiales e identificar las brechas en la infraestructura . El socio de SOLSTICE , Circle Economy , lidera el análisis del estado actual. Su trabajo aumentará nuestra comprensión del ecosistema de textiles circulares en estos territorios, proporcionando información crítica sobre las áreas que requieren una acción inmediata . Este análisis no solo guiará la selección de intervenciones circulares que se pondrán a prueba en estas regiones de estudio de caso , sino que también contribuirá al diseño de modelos que se puedan adaptar e implementar en otros lugares .
El panorama actual en Grenoble-Alpes Métropole (Francia), Berlín (Alemania), Prato (Italia) y Cataluña (España) revela un conjunto diverso de fortalezas, desafíos y oportunidades para los textiles circulares . Cada ciudad y región aporta características y especializaciones únicas que contribuyen a una visión de economía circular, centrada en las 5R: reutilizar, reparar, rechazar/reducir, reciclar y readaptar:
Grenoble-Alpes Métropole destaca por su enfoque en iniciativas de reutilización y reparación, integradas en una economía dinámica impulsada por la alta tecnología. A pesar de que el sector textil de la zona es más pequeño, iniciativas como tiendas de segunda mano, lugares de intercambio y centros de reparación proporcionan infraestructura esencial. Grenoble también aprovecha su condición de segundo centro de investigación más grande de Francia para impulsar la innovación, lo que la convierte en un actor clave en los esfuerzos de circularidad.
Berlín , como centro neurálgico de la UE para la reutilización, la reparación y la readaptación, cuenta con un ecosistema de moda circular bien desarrollado. La ciudad cuenta con una rica historia en el ámbito de la moda y está en proceso de convertirse en un líder moderno en moda sostenible y reciclaje. La industria de Berlín abarca pequeñas entidades que cubren la mayor parte de la cadena de valor y se benefician del importante papel de Alemania en la innovación textil, en particular en la indumentaria técnica y los tejidos inteligentes. La combinación de historia, moda y sostenibilidad de Berlín constituye un sólido ejemplo de integración del pasado y el futuro en su economía circular.
Prato es una potencia textil histórica, con un ecosistema industrial consolidado centrado en la reutilización, la clasificación y el reciclaje. Conocida por sus técnicas de producción circular que datan del siglo XIX, Prato destaca por su simbiosis industrial, en la que las empresas colaboran para reutilizar y reciclar materiales de manera eficiente. La fortaleza de la ciudad reside en la producción especializada, impulsada por la innovación tecnológica y la inversión en maquinaria. Como sede de más de 6.800 empresas textiles, Prato contribuye significativamente a la producción textil de Europa, lo que la convierte en un centro de exportaciones textiles de alto valor. Su compromiso con el reciclaje y la colaboración industrial refleja una economía circular profundamente arraigada en su cultura local.
Cataluña , con su amplia y diversa producción textil, se centra en la reutilización y el reciclaje. Ha evolucionado desde los textiles tradicionales como la lana y el lino a mercados más especializados, incluidos los textiles técnicos y la moda. El sector textil de Cataluña emplea a casi 65 000 personas, la mayoría de ellas trabajando en pequeñas y medianas empresas. La infraestructura de gestión de residuos textiles de Cataluña es particularmente sólida, con un número creciente de marcas de ropa sostenible y 15 residuos textiles autorizados. Esta diversidad en la producción y el procesamiento de textiles le da a Cataluña una ventaja integral para apoyar iniciativas circulares.
El análisis de Circle Economy sobre el comportamiento de los consumidores en Grenoble, Berlín, Prato y Cataluña destaca los diversos enfoques del consumo de moda y la sostenibilidad , aunque es importante señalar que, por ahora, los datos de Prato, Grenoble y Berlín reflejan las tendencias nacionales en lugar de información específica de cada ciudad . Sin embargo, en el caso de Cataluña, el análisis abarca tanto el nivel regional como el nacional, lo que proporciona una comprensión más matizada de los hábitos de los consumidores.
Los próximos pasos del proceso de evaluación se centrarán en medir el impacto de las iniciativas textiles circulares en tres categorías esenciales: social, ambiental y espacial .
En primer lugar, se realizará un mapeo de la accesibilidad de las soluciones textiles circulares en diferentes perfiles socioeconómicos . Este análisis ayudará a entender cómo se pueden adoptar más ampliamente estas iniciativas en diversas comunidades.
Además, se realizarán investigaciones sobre los beneficios de empleo local generados por las prácticas textiles circulares , haciendo hincapié en su contribución a las economías locales. En el frente ambiental, la investigación se centrará en las emisiones vinculadas a la producción textil, el transporte y la gestión de residuos , abarcando tanto las fuentes directas como las indirectas. El objetivo es evaluar cómo las prácticas circulares pueden reducir las huellas materiales dentro de la industria. Una revisión de las prácticas actuales de gestión de residuos proporcionará información sobre las áreas de mejora, en consonancia con los objetivos de sostenibilidad.
Para fundamentar las evaluaciones, se necesitarán diversos conjuntos de datos, incluidos indicadores relacionados con la cadena de valor textil y datos espaciales. La información clave abarcará características urbanas como fronteras administrativas, redes de transporte, infraestructuras verdes e instalaciones de gestión de residuos. Además, se recopilarán datos sobre la densidad de población y los perfiles socioeconómicos, centrándose en aspectos como los ingresos, la edad y los niveles de educación. Comprender la demografía de las regiones involucradas será vital para identificar tanto los desafíos como las oportunidades para promover los textiles circulares . Por último, se establecerá una línea de base para el empleo en toda la cadena de valor textil, analizando los equivalentes a tiempo completo (ETC) en varios sectores, desde la producción de fibras hasta el reciclaje. Esto incluirá datos laborales segmentados por edad y género, que proporcionarán información cualitativa sobre la remuneración, las habilidades, la representación y los acuerdos sectoriales.
La versión final de este análisis exhaustivo, que se publicará durante el verano de 2025, informará sobre las intervenciones estratégicas y guiará el diseño de los próximos pilotos SOLSTICE